Consejos para evitar la deshidratación en personas mayores y dependientes
La deshidratación en personas mayores es algo muy común, siendo esencial prestar atención a una correcta hidratación para evitar problemas de salud.
Como ya sabemos, el cuerpo humano está formado en un 70% de agua, pues es esta la que se encarga de transportar los nutrientes a las células, mantiene sanos los riñones, aporta hidratación constante en la piel, ojos, nariz y lubrica las articulaciones. Asimismo, ayuda a mantener la regulación normal de la temperatura corporal y el metabolismo.
Las personas mayores son más propensas a sufrir deshidratación debido a una disminución de la sensación de sed, menor volumen de agua corporal y una disminución en la función renal. Además, la cantidad total de agua corporal disminuye dado que a medida que pasa el tiempo la grasa corporal aumenta, y la masa muscular disminuye. Pues se calcula que la cantidad total presente en el cuerpo puede llegar a disminuir de 4 a 6 litros desde los 20 a los 80 años.
Además, afecta en mayor medida a adultos que padecen algún tipo de deterioro cognitivo, como pueden ser personas mayores con alzhéimer o demencia.
Tipos de deshidratación
La deshidratación puede ser de tres tipos:
- Isotónica: la persona pierde la misma cantidad de agua y de sales.
- Hipotónica: la persona pierde mayor cantidad de sales que de agua.
- Hipertónica: la persona pierde mayor cantidad de agua que de sales.
Además, la deshidratación se mide en función de su gravedad, así pues, esta puede ser leve o moderada, y grave.
Esto puede tener nefastas consecuencias para la salud de las personas mayores, ya que el agua es uno de los componentes mayoritarios que conforman el cuerpo humano.
Consecuencias de la deshidratación en personas mayores
Algunas de las consecuencias de la deshidratación en personas mayores encontramos las siguientes:
- Infección urinaria
- Caídas
- Estreñimiento
- Cálculos renales
- Hipotensión postural
- Alteración en las funciones cognitivas
Mejorar la hidratación en adultos mayores
Para prevenir todo ello es importante que, tanto las familias, los cuidadores de personas mayores y las personas mayores estén concienciadas de la importancia de ingerir mucho líquido, y conozcan, además, los riesgos y problemas que se pueden llegar a ocasionar. Si bien es cierto, que siempre hay que tener presente la situación individual de cada persona (medicación, incontinencia…) para lograr una óptima hidratación.
Para ello, lo más importante es beber abundante agua, se recomienda que los adultos mayores beban una media aproximada de 8 vasos de agua cada día, siempre teniendo en cuenta la situación de cada persona, como hemos comentado anteriormente.
Consejos para prevenir la deshidratación
No obstante, existen otro tipo de medidas que se pueden incorporar a la vida de las personas mayores para mejorar su hidratación. Os indicamos a continuación algunos consejos para prevenir la deshidratación en personas mayores:
- Evitar bebidas diuréticas: las bebidas que contiene cafeína o alcohol pueden aumentar la cantidad de orina que se produce, lo que puede llevar a la deshidratación. Es importante limitar el consumo de estas bebidas y beber agua en su lugar.
- Comer alimentos ricos en agua: los alimentos como las frutas, las verduras, la leche y las sopas pueden ayudar a aumentar la ingesta de líquidos
- Prestar mucha atención a los síntomas de la deshidratación: los síntomas de la deshidratación incluyen sed, boca seca, fatiga, mareos y confusión. Si se presentan estos síntomas, se debe aumentar la ingesta de líquidos.
- Consultar con un médico: si la persona mayor tiene problemas de salud que pueden afectar a la hidratación, como la diabetes o enfermedades renales, se debe consultar con un médico para obtener recomendaciones especificas sobre la hidratación.
Hidratación en personas muy dependientes
En caso de que estemos cuidando a una persona mayor dependiente que no pueda ingerir líquidos por si mismo, o que le cuesta mucho, es importante que las personas encargadas del cuidado de personas mayores se encarguen de su hidratación. Algunas estrategias para fomentar el consumo de líquidos en estas situaciones tan concretas pueden ser:
- Aumentar el consumo de líquidos a la hora de tomar la medicación
- Ofrecer el agua de la manera más cómoda que le resulte a la persona mayor, por ejemplo, usando botella, pajita, vaso…en función de las preferencias.
- Dejar agua cerca de la persona, por ejemplo, en la mesita de noche si la persona está acostada, o junto a la silla si la persona está sentada.
- Ofrecer líquidos constantemente a medida que pasa el dia.
A modo de resumen, el consumo de agua, entre otros líquidos, es muy importante para que las personas mayores mantengan un óptimo estado de salud. Si seguimos las pautas comentadas anteriormente, podremos lograrlo.
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